La Biblia muestra que los discípulos sintieron esta carencia y le pidieron ayuda a Jesús sobre cómo orar:

El bautismo es para personas que creen y toman una atrevimiento personal, los bebes o infantes no tienen la capacidad de atreverse.

El bautismo en agua tiene un rico simbolismo en la Certidumbre cristiana. La inmersión en el agua simboliza la asesinato de la vieja naturaleza pecaminosa, mientras que emerger del agua representa la resurrección a una nueva vida en Cristo. Es un acto de identificación con la muerte, sepultura y resurrección de Jesús.

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Tenemos que entender que el bautismo es en el nombre de Jesús para el perdón de los pecados según dice Hechos 2:38, no se nos puede olvidar ese detalle tan importante. Que Jesús les bendiga.

La oración por otras personas es un acto de inclinación y compasión que nos permite interceder en su nombre ante el trono de Dios. Al orar por otros, estamos participando en el plan de Dios para deificar y traer transformación a sus vidas.

Debemos hacerlo como aquellos que creen plenamente en su Presencia y sienten temor Venerable y reverencia delante su Majestad.

Es mi oración que lo dicho en este post sea de tu utilidad para tu vida —como lo ha sido en la mía— y despierte en pastor solo jesus ti un deseo insaciable de intimidad con Dios.

- Acerca de la objeción de quien afirma que no Ya más porque en el pasado oró mucho y no fue escuchado, es bueno memorar que Dios a veces tarda en escucharnos o nos audición de hecho en lo que le pedimos: 

La oración no se reduce al brote espontáneo de un impulso interior: para orar es necesario querer orar y aprender a orar.

Romanos 12:1 nos insta: «Ganadorí que, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios; este es su culto real».

La inmersión representa la homicidio y sepultura de la vieja naturaleza y el surgir a una nueva vida en Cristo. Además, la inmersión total en agua refleja más fielmente el simbolismo de la pureza y purificación del pecado.

Tres de los cuatro evangelios, que registran LA GRAN COMISION declaran por el mismo Señor Jesucristo que el creyente debe bautizarse en su “NOMBRE”, para el perdón de los pecados.

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